Cuando me despierto por la
mañana todos están ya en pie yendo de un lado para otro, moviendo
cosas y llenando la nevera de bebidas.
-Buenos días -dicen Chris y
Will a coro desde el salón mientras quitan el sofá.
-Buenos días Mili -dice Charlie
antes de depositar un beso en mi mejilla e ir a ayudarlos.
-Rae, ¿me acompañas a comprar
comida? -dice Chris cuando acaban con el sofá.
-Claro.
Subo a mi habitación y me pongo
algo cómodo, cuando nos ponemos en marcha Chris no tarda mucho en
entablar conversación.
-¿Dónde fuiste ayer?
-Charlie y yo estábamos
castigados, por lo de Dylan así que fuimos a comer y volvimos al
instituto.
-¿Le has comentado ya algo?
-No, pero ayer me... bueno me...
¿besó?
-¿Por qué?
-No lo sé, le manché de
pintura después dijo que si no me manchaba me daba un beso y lo
hizo.
-Cada vez estoy más convencido
de que le gustas.
-Por eso tienes que conseguirlo,
mi hermano no ha tenido un relación seria en su vida estaría bien
que le hicieras sentar la cabeza.
-¿Con cuántas chicas ha
estado?
-La verdad es que no lo sé,
será discreto.
-O es todo mentira -Chris
levanta los hombros haciendo ver que no sabe sobre el tema.
La gente empieza a llegar y
después de que Charlie insista varias veces Izzy me arrastra hasta
mi casa con Chris pisándole los talones. Izzy ataca mi armario
mientras Chris espera sentado a mi lado en la cama.
-Vale ponte esto -dice
entregándome una falda negra y una camiseta de tirantes de color
blanco con el dibujo de nirvana la cual recuerdo que no es mía-
espera -dice haciéndole un nudo en la parte de abajo de la camiseta-
¿tienes medias?
-Sí, Chris sabe donde están,
mientras iré a arreglarme un poco.
Me pinto los ojos de manera
discreta y me empiezo a vestir cuando Chris me da las medias negras y
los botines que me compraron por navidad y que nunca me he puesto.
-Me sentiría más cómoda con
unos pantalones, además este no es mi estilo... -digo saliendo por
fin del baño.
-Rae estás genial -dice Chris
asombrado.
-Rachel estás perfecta, te dejo
llevarte una chaqueta pero no cambiarte.
-Vale -corro a mi armario pero
las chaquetas que puedo ponerme están sobre mi cama.
-¿Cuál te vas a poner?
-preguntan, en ese momento veo la chaqueta de Chris tirada sobre mi
almohada y la cojo sin pensar.
-Esa es mía -se queja.
-Esta noche no -digo
poniéndomela.
-Déjala, nada puede arruinar su
look esta noche.
Cuando entramos por la puerta de
los Donovan, vamos a la cocina y nos bebemos un vaso de vodka azul,
Will aparece y nos mira algo molesto pero finalmente sonríe.
-Divertiros pero no os paséis
demasiado.
-Prometido -dice Chris sirviendo
otro vaso, pero esta vez no me lo tomo de golpe si no que me paseo
por la casa mientras le doy pequeños sorbos.
-¿Mili? -escucho la voz de
Charlie en un punto perdido del salón cuando lo encuentro con la
mirada le veo darle una calada al cigarrillo que tiene entre los
dedos. Odio esa manía, por lo general no fuma, la verdad es que no
lo había visto hacerlo desde verano, se dedicaba a hacerse ver solo
delante de sus amigos, cosa que agradecía.
-¿Qué pasa? -pregunto cuando
está delante mía.
-¿Qué haces con esa ropa?
-¿Perdona? Nadie me va a decir
como puedo o no puedo vestirme y mucho menos tú.
-No me refería a eso, es solo
que no va contigo.
-¿Y a ti eso que te importa? Es
mi vida -digo acabándome el contenido de mi vaso de un trago. Busco
por la cocina lo más fuerte que tienen y lleno mi vaso un par de
veces antes de dejar la botella medio vacía.
Poco a poco la casa se hace cada
vez más pequeña y me empieza a faltar el aire subo al piso de
arriba y me mojo la cara con agua fría. Antes de bajar me retoco el
maquillaje lo que puedo y dejo la chaqueta en la habitación de
Chris.
-Rachel te veo bien -dice un
chico que va conmigo a la clase de literatura.
-Gracias tú también estás muy
bien Danny.
-Me llamo Scott.
-Oh, cierto perdona.
-Tranquila, Don te estaba
buscando.
-Qué pesado ¿tengo derecho a
divertirme?
-Sí.
-Pues él no me deja, si me
quiero vestir con está ropa lo haré, si quiero beber beberé y si
quiero bailar -veo la mesa en el centro del salón y no lo pienso-
bailaré.
Me subo como puedo y me muevo al
ritmo de la música que suena en los altavoces por toda la casa, veo
a la gente acercarse poco a poco pero no dejo de moverme.
-Mili bájate -dice Charlie.
-No pienso bajar nun... -giro la
cabeza y me golpeo con una lámpara de araña que juraría que no
estaba ahí cuando me subí a bailar pero eso no quita el hecho de
que pierda el equilibrio y caiga en los brazos de Charlie.
-Se acabó la fiesta para ti
-dice mientras me saca de la casa.
-¿Charlie dónde vas? -grita
Chris desde la puerta.
-No se encuentra bien es mejor
que salga de aquí.
-Vale, cuida bien de ella.
Charlie entra en mi casa y me
deja en el baño mientras busca ropa y toallas por las habitaciones.
-Necesitas refrescarte y eso lo
más probable te ayude a que se te pase un poco la borrachera.
-Estoy bien -me peleo con la
cremallera de la falda que Charlie desabrocha con rapidez.
-No -Charlie me levanta del
suelo y se sienta conmigo entre las piernas mientras enciende el
grifo y me moja la cabeza. Después de un rato para refrescar las
ideas Charlie me ayuda a ponerme de pie y salir de la bañera.
-¿Estás mejor?
-Sí, ¿por qué no vuelves? No
quiero que te pierdas la fiesta por mí.
-No voy a volver.
-Charlie...
-No pienso hacerlo -se dirige a
la puerta y pone el pestillo.
-¿Qué haces?
-En tu estado no podrás
quitarlo ni escaparte así que pasaremos aquí la noche.
-Es ridículo.
-Pero necesario -coge una de las
toallas y seca la bañera con ella antes de quitarse la camiseta y
secar su torso desnudo- ¿estás bien?
-Sí, solo te estaba mirando.
-Podría acostumbrarme a la Mili
borracha.
-Y yo a que me sigas malcriando.
Me ayuda a ponerme algo seco y
nos tumbamos en la bañera con una maraña de articulaciones de por
medio que nos deja dormir en una sola posición durante toda la
noche.
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