-¿Qué
haces? -pregunta una voz repentinamente. Me giro asustada y veo a
Evan todavía tumbado sobre la cama observándome expectante.
-Nada,
sólo esperaba a que te despertaras -me acerco a la cama y Evan se da
la vuelta para poder seguir mirándome.
-¿Quién
es ese niño? -digo señalando la pared.
-Jake
Robinson, es el chico del que te hablé ayer, él es mi compañero de
piso.
-Parece
agradable -digo volviendo a mirar la fotografía de nuevo.
-Y
eso que no lo has conocido, -Evan se incorpora y se estira con ganas-
necesito una ducha, ¿quieres ducharte?
-¿¡Qué!?
-digo extrañada.
-No
no no, aunque es tentador me refiero a si quieres ducharte, pero por
separado -me tomo unos segundos antes de contestar pues ¿acaba de
dar a entender que le parezco atractiva?
-En
ese caso sí quiero ducharme.
Evan
me indica donde está el baño y tras una relajante ducha de agua
caliente me dispongo a vestirme cuando me doy cuenta de que no hay
toallas. Busco por todos la dos hasta que veo un albornoz blanco
colgado de la puerta, lo cojo sin pensármelo y salgo en busca de
Evan.
-¿Evan?
-digo esperando obtener una respuesta pero todo lo que escucho es
silencio hasta que empiezo a bajar las escaleras.
-...
no es un buen momento.
-Venga
ya deja de hacer el tonto sabes que entraré lo quieras o no.
-Jake
no estoy solo y, francamente, no creo que le haga mucha gracia
tenerte por aquí.
-¿No
me digas que mi pequeño se ha hecho un hombre?
-Jake,
cállate.
-¿Evan?
-le llamo desde las escaleras. Se gira sorprendido y el tal Jake
entra en la casa aprovechando el desconcierto del muchacho.
-¿Es
ella? -pregunta. Alzando sus gafas de sol para poder seguir
examinándome-
Es muy guapa, eres muy guapa -dice dirigiéndose a mí.
-Gracias
-digo sin saber muy bien cómo reaccionar a eso.
-Lilly,
vuelve arriba ¿y qué haces con eso puesto?
-No
me diste toallas -digo en mi defensa. Al dirigir la mirada a Jake
noto como me observa de manera descarada.
-Vamos
-dice Evan subiendo las escaleras y haciéndome girar, me empuja
hacia arriba y me mete en su habitación- ponte esto.
-¿Por
qué está aquí? -pregunto desconcertada.
-No
lo sé, ya te he dicho que se presenta cuando quiere, ahora voy a
pedirte algo y necesito que lo hagas.
-¿Qué
es?
-Necesito
que finjas que hemos pasado la noche juntos.
-Es
que hemos pasado la noche juntos.
-No
me refería a únicamente dormir -dice avergonzado.
-Oh,
ya entiendo -digo algo cohibida.
-Vaya
si que hace milagros la crema que te puse ya casi no se nota, bueno
te espero fuera -dice sonriendo, antes de salir por la puerta.
Me
visto con rapidez y me seco el pelo como puedo. Me miro en el espejo
la ropa de Evan me queda grande a causa de mi estructura delgada y
pequeña pero a pesar de todo no me desagrada. Me miro con
detenimiento todavía tengo los ojos algo maquillados pero lo que más
destaca es la brecha todavía rosada que tengo sobre la ceja
izquierda, mis labios siguen algo rosados y una pequeña línea fina
y casi invisible surca la parte derecha del inferior pero por lo
demás mi aspecto sigue siendo decente. Vuelvo al mundo real y al
abrir la puerta me encuentro con Evan.
-¿Todo
bien? -pregunta después de mirarme de arriba a abajo.
-Sí,
solo algo nerviosa.
-Todo
está bien, además yo estoy aquí -dice mientras me rodea los
hombros con
un brazo y sonríe con dulzura. Me resulta desconcertante
su actitud en ciertas situaciones pero no es momento para pensar en
ello.
Al
bajar las escaleras vamos a la cocina y mientras Evan prepara el
desayuno Jake conversa conmigo sobre lo complicada que es su relación
con una tal Sarah.
-¿Bueno
cuándo os conocisteis? -pregunta sin venir a cuento.
-Anoche
-dice Evan mientras me da una taza de humeante café de la cual
comienzo a beber cuando Jake vuelve a hablar.
-¿Tan
rápido te llevó a la cama? -pregunta sin pudor. No puedo evitar
atragantarme y vuelvo a escupir el café en la taza antes de ponerme
a toser.
-¡Jake!
-le grita Evan molesto.
-¿Qué?
-dice como si fuera lo más normal del mundo. Comienzo a calmarme y
pienso una respuesta coherente.
-Lo
que Evan ha querido decir es que anoche fue la primera vez que
hablamos frente a frente.
-Eso
es mentira, intenta justificar su desliz -dice Evan.
-Serás
capullo -digo levantándome y saliendo de la cocina. Escucho a Jake
regañarle y poco después Evan aparece con una tostada.
-Perdona,
es que me cuesta cambiar el chip, tengo que dejar de pensar que
seguimos en el instituto.
-¿Volverás
a ser así conmigo en las clases? -pregunto sin estar segura de
querer saber la respuesta.
-Debo
hacerlo, no te permitiré acercarte más de lo recomendable.
-¿Así
que los fines de semana eres simpático y los días de clase te
conviertes en un capullo? -pregunto con sorna.
-Algo
así, pero si lo que quieres es verme los fines de semana creo que no
pasaría nada malo.
-Rectifico
lo de capullo lo eres siempre.
-Gracias,
pero aún así mi propuesta de los fines de semana sigue en pie -dice
mirándome de una manera irresistible.
-Evan
Walker ¿es eso una cita?
-Puedes
llamarlo como quieras, seremos un par de cafés, tú y yo.
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Hello!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Y por ffin somos libres durante unas semanas!!!!!!!!!!!
Bueno felices fiestas y disfrutar mucho del tiempo en familia que es lo importante
muchos besitooos, os quiero.
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