viernes, 13 de junio de 2014

Capítulo 19.

Cuando me despierto por la mañana llamo a Sam para que venga a recogerme y le especifico que venga en coche para causar mejor impresión. Me da tiempo a vestirme y arreglarme un poco antes de que escuche el ruido del coche por la ventana, cuando me asomo lo veo apoyado en el capó.
Bajo la escaleras corriendo y salgo de casa con la mochila mal colgada del hombro así que cuando empiezo a correr, para llegar a esos labios a los que adoro, la mochila se resbala y cae al suelo lo ignoro y me reúno con Sam en un perfecto beso.
-¿Pero tu padre...? -dice separándose unos segundos.
-Marlen le convenció -digo besándolo de nuevo.
-Beth, entra un momento -hace una pausa y veo como Marlen le pega un codazo a su lado- Sam entra por favor.
Comenzamos a caminar hacia la entrada y Sam recoge mi mochila del suelo, antes de entrar entrelazamos las manos confiando el uno en el otro, pero en ese preciso instante algo en mi interior empieza a crecer: el miedo, no solo por qué pensarán todos, ni por mi padre, sino por el abandono.
-Chicos, solo quería invitaros a que vengáis mañana por la tarde a tomar algo y así poder charlar de todo esto, juntos.
-Claro, no hay problema -dice Sam con una pequeña sonrisa.
-Venga iros o llegaréis tarde.
Cuando llegamos al instituto y veo a Amber suelto la mano de Sam con disimulo, me mira extrañado antes de darse cuenta de por qué lo he hecho.
-Eh, ahora estamos juntos no pasa nada entendido no voy a permitir que pase nada.
-Tengo miedo -susurro antes de que Sam me bese.
-No tienes porque, yo estoy aquí para todo y siempre, te quiero Elisabeth.
-Y yo a ti Samuel.
Cuando vamos hacia clase entro en el baño unos minutos para respirar con tranquilidad, pero me pongo alerta cuando escucho el ruido de una de las puertas.
-Hola marginada -Amber está detrás mío con una malvada sonrisa en sus labios.
-Amber, ¿qué quieres?
-Es obvio, vas a dejar a Sam.
-No.
-No era una pregunta.
-Ni yo tengo otra respuesta.
-Mira mosquita muerta, eres demasiado cerrada para un chico como Sam y cuando se harte de no tener nada más que un beso al día se irá con alguien como yo que pueda darle lo que quiere y merece.
Me dolía oír la verdad, por mucho que Sam decía que me esperaría yo sabía que esto no podía funcionar, que todo se rompería tarde o temprano y no podía permitir que eso pasara.
-Él me quiere.
-¿Estás segura? Yo creo que tienes dos opciones darle lo que quiere o dejarlo.
-Adiós Amber -digo saliendo del lavabo. Cuando entro en clase Sam se acerca a mí.
-¿Todo bien?
-Claro.
Después de la charla con Amber la sonrisa desaparece de mi cara y aunque intento que no me afecte si lo hace. No puedo evitar dejar de pensar en que Sam busca algo de una chica y que yo no puedo dárselo todavía.
-¿Qué te pasa?
-Nada -digo forzando una sonrisa.
-No mientas.
-No lo hago.
-Sí lo haces ¿qué ha pasado en el baño con Amber?
-¿Cómo...?
-Ha entrado en clase después de ti, me lo he imaginado, ahora cuéntamelo.
-¿Por qué estás conmigo?
-¿Qué?
-Eres un chico muy guapo podrías tener a la chica que quieras ¿por qué yo?
-¿Por qué no?
-Yo no puedo darte lo que otras puden y eso a la larga será un problema.
-Te dije que no me importa esperar.
-Pero no puedo creerte.
-¿Qué demonios pasa contigo? Hace tres horas todo era perfecto y por una maldita charla con Amber todo ha cambiado.
-Te dije que soy insegura.
-Y yo te dije que eso me gustaba de ti.
-¿Qué hay de atractivo en una chica que es insegura?
-No tiene sentido, no tienes sentido.
-¿Qué?
-No dejas de decir idioteces.
-No soy idiota.
-Pues lo pareces.
-¿Si tan idiota crees que soy, por qué estás conmigo?
-Ni yo lo sé.
-Pues entoces no tiene sentido que estemos juntos.
Me doy media vuelta antes de que Sam pueda ver como las lágrimas resbalan por mis mejillas.
-Eli -lo escucho correr detrás mío y no tarda en alcanzarme.
-Déjame.
-Eli por favor hablemos.
-No hay nada de que hablar, ya hemos dicho lo que teníamos que decir.


-No se puede acabar sin más.
-¿Qué tengo hacer para que lo entiendas?
-¿Entender qué?
-No puedo más Sam, se acabó, solo quiero que seamos amigos.
-¿Qué? Eli, no -doy media vuelta y suplico una y otra vez que no me siga- Eli por favor no, ¡Eli!
Corro y lo dejo todo atrás para siempre, no veo donde voy tan solo corro, hasta que choco contra alguien.
-Perdona.
-¿Eli? -levanto la mirada y veo a Liam delante mío- ¿estás bien?
-No, he roto con Sam.
-Si has roto tú con él ¿por qué estás tan mal?
-Porque estoy realmente enamorada de él.
-¿En ese caso, por qué lo has hecho?
-Mis inseguridades son más grandes que mi amor por él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario