-¿Qué haces? -dice
abrazándome.
-El desayuno.
-¿Vas a cocinar para mí?
-No creas que eres especial, los
demás también comerán -Sam obliga a girarme y me besa antes de
levantarme del suelo con suavidad.
-¿Necesitas ayuda?
-Por qué no.
Con Sam en la cocina es más
fácil pues sabe donde está cada cosa así que en pocos segundos
empezamos a hacer la masa.
-100g de harina.
-Ups... he puesto 150g, no pasa
nada ¿verdad?
-Claro que pasa, coge una
cuchara y quita lo que sobre.
-Son 50g de nada.
-Sam -le regaño como a un niño
pequeño.
-¿Quieres que los quite?
-Sí.
-Vale -le veo coger un puñado
de harina con la mano y antes de poder reaccionar me lo tira a la
cara.
-¿Esas tenemos?
-Sí.
Cojo un puñado de azúcar y se
lo tiro por el pelo, cuando veo a Sam con el paquete de harina en las
manos comienzo a suplicar pero no se detiene y lo vacía
encima mío
sin dudar.
-Te vas a enterar -cojo uno de
los huevos que hay encima de la mesa y lo estrujo sobre su cabeza.
Sam corre a la nevera y saca un cartón de leche lo abre y me lo tira
por encima antes de que pueda coger la botella de agua él se
interpone en mi camino y me lanza cacao en polvo por encima. Los dos
comenzamos a reírnos antes de que Sam recorte las distancias y me
bese, sabe a azúcar y leche.
-¿Qué ha pasado aquí?
-pregunta May bajando las escaleras.
-Queríamos hacer galletas.
-Sí las queríais preparar
sobre vuestro cuerpo vais por buen camino -dice Albert divertido.
-Será mejor que subáis a
ducharos.
-Ve tú, yo me encargo de
limpiar todo esto -le digo a Sam.
-No, te ayudo y luego vamos.
Limpiamos todo el desastre del
suelo y ponemos la masa, que por suerte se ha salvado, en el horno.
Cuando subimos a la habitación Sam me obliga a ducharme primero así
que entro en el baño y me desvisto antes de darme cuenta de que no
he cogido toallas.
-¿Sam? -no escucho nada así
que abro la puerta y me asomo no le veo por la habitación, las
toallas están sobre la cama así que salgo con rapidez y las cojo en
el mismo momento que escucho la puerta abrirse- ¡NO!
La puerta no se detiene y corro
al baño de nuevo aunque no a tiempo, he podido ver a Sam sorprendido
con los auriculares puestos.
-Eli perdona.
-Da igual.
-¿Estás enfadada?
-No, no ha sido culpa tuya.
-Vale, voy a ducharme al baño
de al lado.
-Perfecto.
Escucho la puerta cerrarse unos
segundos después y yo me meto en la ducha, dejo que el agua caliente
se deshaga de los restos de harina y leche con ayuda del champú, no
tardo mucho en salir y enrollarme en una de las toallas.
-¿Eli, puedo pasar? Necesito
coger un par de cosas.
-Ya salgo -digo enrollando mi
pelo en otra toalla. Cuando doy un paso hacia delante la puerta se
abre y antes de poder retroceder me patino con el agua y me abalanzo
sobre Sam, que de la sorpresa cae al suelo.
-¿Estás bien? -pregunta
preocupado.
-Sí, ¿y tú? He sido yo la que
te ha aplastado.
-Yo estoy perfectamente la chica
a la que quiero está tumbada sobre mí.
-Sam...
-Es broma.
-Lo sé pero... -me calla con un
beso que intento esquivar sin éxito- no vamos a tener una
conversación seria nunca ¿verdad?
-No, me gustan demasiado tus
labios como para dejarte hablar sin tocarlos mientras tanto.
-Chicos vamos a las pistas ¿os
espe...? -Eliot enmudece y sonríe con picardía- lo tomaré como un
no.
Cierra la puerta antes de que
podamos protestar ninguno de los dos e instintivamente me levanto.
-Voy a vestirme.
-No te enfades, Eliot es imbécil
no lo tengas en cuenta.
-A saber lo que piensa de mí.
-¿Qué?
-Siempre nos ve en situaciones
comprometidas.
-Somos pareja, es normal.
-Pero es tu mejor amigo y quiero
dar buena impresión delante de él.
-Es Eliot cuanto más feliz me
hagas mejor le caerás y eso él lo ve en mi estado de ánimo.
-Pero...
-Deja de darle vueltas, le caes
bien porque me haces feliz fin de la historia.
-Vale -miro mis pies, antes de
que la mano de Sam me obligue a mirarlo a los ojos.
-Si no dejas de pensar en ello
te arrepentirás.
-¿A sí?
-¿De verdad?
Sam me carga al hombro sin
pensarlo y me lleva al baño, acciona la ducha antes de meterse
dentro de la bañera conmigo empieza a empaparme pero no tardo en
tener yo el control y acabamos los dos sentados respirando con
dificultad, le veo acercar su cara poco a poco y justo antes de
besarle lo empapo de nuevo. Comienzo a reírme al ver su cara de
sorpresa y salgo de la bañera como puedo antes de que quiera
vengarse.
-Vuelve aquí.
-Jamás -digo corriendo.
-Te pillé -grita levantándome
del suelo y tumbándome en la cama- ahora yo tengo el control.
-¿No quieres ir a esquiar?
-Iremos cuando admitas que me
quieres -levanto de cara del cojín y acerco mis labios a su oído.
-Te quiero -susurro dulcemente.
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Hellooo!!! Aquí está el capítulo 16, la verdad es que creo que está historia es demasiado larga y por lo que veo me quedaran unos cinco capítulos más así que intentaré publicar entre semana alguno o relatos para descansar un poco. Mucha suerte para los exámenes finales y la selectividad para l@s más mayores.
Besitoooos!!!!
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