domingo, 4 de mayo de 2014

Capítulo 13.

Después del desastre de mi primera fiesta opto por no beber prácticamente nada así que me siento en le sofá mientras veo a los demás beber y reírse. No paro de pensar en Sam cuando Eliot aparece a mi lado, me esfuerzo por no parecer rara pero antes de que pueda abrir la boca él ya ha empezado a hablar.
-Eres muy rara, demasiado buena e inocente para ser una adolescente.
-¿Por qué me dices eso?
-No bebes nada y pareces tan... ¿Pura? La verdad, Sam también lo piensa -le miro de soslayo, está hablando con Misty que no para de sonreírle.

Salgo del salón tan rápido como puedo, al abrir la puerta principal el aire gélido y los copos de nieve impactan contra mi cara pero eso no me importa ya que salgo de todos modos y camino por la nieve que me llega casi por la rodilla. Después de estar caminando cerca de una hora me decido por volver pero al darme la vuelta no distingo nada que esté a menos de tres metros de distancia. Pienso en la fiesta, en la gente, en lo bien que lo estaban pasando y en lo insignificante que soy para ellos, nadie caerá en la cuenta de que falto y me quedaré aquí para siempre. No puedo ir a ningún lugar pero tampoco lo intento me quedo donde estoy hasta que las piernas comienzan a fallarme y me siento cada vez más débil. Me dedico a esperar, esperar mi final.
-¡Eli! -escucho como un sonido desesperado- ¡Eli!
¿Es real o simplemente es mi cabeza que intenta que reaccione?” es lo único que puedo pensar en estos momentos.
-¡Eli! -cada vez está más cerca y soy consciente de que es real.
-Sam -digo sin fuerzas, pero me dispongo a volver a intentarlo- ¡Sam!
-¿Eli?
-¡Sam! -al notar sus manos recogiéndome del suelo me sobresalto- yo...
-Cállate -por su tono de voz sé que está enfadado- hay una caseta, pasaremos allí la noche.
Su cuerpo se mueve con lentitud pero no se detiene, la puerta se abre con un chirrido y Sam me deja en el suelo con cuidado.
-Ayúdame a buscar cerillas o un mechero.
Registramos todos los cajones como locos hasta que encontramos un mechero con el que poder encender la chimenea. Sam intenta encenderlo una y otra vez pero los dedos se le resbalan.
-Vamos, vamos -repite todo el tiempo frustrado.
-Espera, sé como encenderlo.
-Tus dedos están más fríos que los míos, es imposible que lo enciendas.
-Shh, lo vi en una película.
-Oh, genial nuestras vidas dependen de una película falsa de Hollywood -cojo el dedo pulgar de Sam sin que se lo espere y lo meto en mi boca- ¿pero qué...?
Cierro los ojos y me concentro en proporcionarle la mayor cantidad de calor que puedo.
-Prueba ahora -Sam vuelve a intentarlo y la llama se enciende. Los dos sonreímos con nerviosismo y Sam se apresura a encender un trozo de papel para que la llama aumente y pueda empezar a devorar los troncos.
Encuentro un par de mantas térmicas y las extiendo en el suelo junto a la chimenea. Pero me aparto pues no quiero estar demasiado cerca de Samuel en estos momentos.
-Quítate la ropa -dice Sam mientras se quita la chaqueta.
-¿Qué?
-Estás empapada y tienes que entrar en calor -me mira, todavía está enfadado. Al ver que no le hago caso viene hasta mí- Eli estás en un principio de hipotermia, tienes que quitarte la ropa.
-Pero...
-Yo también me la voy a quitar, estaremos igualados ¿vale?

-Tú primero -digo muy avergonzada.
Samuel se quita con rapidez el jersey y la camiseta que tiene puestas y me mira expectante. Le escucho maldecir por lo bajo antes de acercarse a mí y bajarme la cremallera de la chaqueta con rapidez, tira de ambos extremos y me la arrebata. Noto el calor en mis mejillas como si fuera fuego, las manos de Sam cogen del dobladillo de mi jersey y tiran de él hacia arriba deshaciéndose de todo lo que cubría mi cuerpo.
-Estamos igualados -dice enfadado mientras me coge en brazos y me tumba en las mantas del suelo- tus pantalones también están empapados, ¿esta vez me vas a hacer caso, o también te los tengo que quitar?
-Te haré caso -digo sin poder mirarlo a la cara- pero no mires.
Sam se da la vuelta y se sitúa frente al fuego haciendo que lo único que vea sea su perfecta espalda marcada. Me quito los pantalones que resbalan por mi piel húmeda y me meto entre las sabanas con rapidez.
-Ya está -Sam se gira y comprueba que los pantalones están en el suelo antes de imitarme pero a diferencia de mí él no tiene pudor alguno. Se mete entre las sábanas a mi lado y me abraza con fuerza- creía que estabas enfadado -digo de espaldas a él.
-Y lo estoy, pero no tanto como para dejarte morir -me retuerzo entre sus brazos para poder quedar cara a cara con él.
-¿Es porque me he ido?
-Sí, ¿cómo se te ha ocurrido hacer semejante estupidez? -y por fin deja que su enfado salga a la luz.
-Estaba hablando con Eliot y me dijo algo que me dolió.
-¿Eliot? Era el chico que más había bebido de toda la casa -su cara está contraída en una mueca de rabia pero sigue abrazándome.
-Lo siento -apoyo mi cara contra su pecho y noto su respiración agitada bajo mi frente.
-¿Por qué me cuesta tan poco perdonarte? -dice después de un gran suspiro.
-Porque crees que soy inocente y buena -digo recordando las palabras de Eliot.
-Puede ser -dice Sam acariciándome el pelo mojado.
-¡Pues no! -digo apartándolo de un empujón.
-¿Qué mosca te ha picado ahora? -dice frustrado.
-No quiero ser inocente, no quiero ser la niña buena por la que todo el mundo siente lástima, quiero que me tomen enserio.
-Eli déjalo estar.
-No, quiero que me tomes en serio -digo cogiendo su cara entre mis manos y juntando mis labios con los suyos en un casto beso.
----------------------------------------------------------------------------------------------------
Helloo!!! Primero de todo pedir perdón por  haber tardado tanto en publicar, útimamente he pasado por un par de cositas que no me han sentado muy bien y no he tenido mucho tiempo de escribir, por suerte mi vida está dejando de parecer una película de traiciones y puedo volver a centrarme en mi blog y en vosotr@s
Espero que os haya gustado este capítulo pronto subiré algún relato que quiero que plasmar con mis palabras y tal vez entendáis mejor el por qué de mi ausencia 
Os adoro muuuuchos besitos!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario