Instintivamente
cierro la puerta, mastico con rapidez y compruebo que mis dientes
están bien antes de abrir otra vez. Su fina cara tiene una agradable
sonrisa y sus verdes ojos me miran con cariño. Eso hace que me
derrita pero al recordar todo lo que ha pasado en el instituto me
muestro fría.
-¿Quieres
algo? -pregunto seria.
-Hola
a ti también -dice haciéndose el gracioso.
-No
tengo tiempo para tonterías, adiós Jonathan -digo empezando a
cerrar la puerta pero él la frena con la mano.
-Sé
que nos has escuchado -dice. Abro lo suficiente para verle la cara-
hoy en el instituto a última hora que has oído de que hablábamos.
-Eso
no es cierto -abre su mochila y saca mi libreta azul, sus cejas se
alzan en forma incrédula.
-Me
lo vas a negar otra vez -intento cogerla pero la aparta antes de que
pueda tocarla siquiera.
-Devuélvemela
-le ordeno.
-¿No
quieres saber mi opinión?
-¿Lo
has leído? -pregunto enfadada.
-Sólo
algunas partes -dice sonriente- no sabía que la historia se basara
en el instituto.
-Y
no lo hace – digo intentando disimular.
-Mientes,
otra vez, lo sé porque siempre apartas la mirada.
-Sí,
estaba mintiendo pero no aparto la mirada por mentir lo hago porque
me da vergüenza.
-¿Te
da vergüenza hablar?
-No
es sólo el hablar, es el hablar contigo -digo sin pensar. Noto como
el color empieza a acudir a mis mejillas y veo la sonrisa en los
labios de Jonathan.
-¿Así
que te intimido? -dice más como un pensamiento en voz alta que como
una pregunta.
-Algo
-contesto siendo sincera.
-¿Quieres
saber cuál es mi parte favorita de tu historia? -pregunta cambiando
un poco de tema. Asiento intrigada- Está -dice señalando una líneas
que leo mentalmente.
“Hay
veces que pienso que pasar tanto tiempo sola y dentro del instituto
me
convertirá en vampiro, a lo mejor es por eso que no encajo,
no me
gusta el sol y prefiero los sitios oscuros a los que están llenos
de luz. Me
siento como una pieza de un rompecabezas que
no encaja
en ningún puzzle. Hay días en los que me quedo observando
a la gente
con descaro, me fijo en sus actitudes y formas de ser,
todos
suelen contestarme con un:¿Qué miras?
Al que a
mí me encantaría responder con un: Nada tan solo
observo el
comportamiento de la raza humana”
-¿Sabes?
Me siento identificado -dice Jonathan y por primera vez creo que es
sincero pero no sabe el daño que me ha hecho esta mañana.
-¿Tú?¿Uno
de los más populares te sientes identificado con los sentimientos de
una “friki” como yo?
-Sí
-dice algo molesto- sabes si fuera como los demás el contenido de
está libreta estaría por todas partes, y lo sabes.
-De
momento todavía podría estarlo porque sigue en tus manos.
-Sabes
mis amigos me han dicho que estás enamorada de mí pero por lo que
veo no es cierto.
-El
encanto te ha desaparecido en el momento en el que te has burlado de
mí.
-No
me he burlado.
-Te
he oído “a lo mejor es una escritora en potencia” -digo poniendo
una voz estúpida.
-Lo
pienso de verdad.
-No
es cierto, os estabais riendo.
-Kyle
y James son los que se rieron no yo, y hasta que me creas me quedaré
con esto.
Se
da media vuelta y comienza a caminar, no me lo pienso y salgo
corriendo detrás de él.
-Dices
que no eres como los demás pero si no lo fueras me la devolverías.
-Si
es de la única manera que tengo para que confíes en mí me la daré.
Un
par de gotas son las primeras en caer, pero las siguen millones más
y en unos segundos la lluvia me cala hasta los huesos.
-Está
bien confío en ti -digo alzando la voz. Se gira y me mira su pelo
castaño le cae por la frente el agua he hecho que su peinado
habitual desaparezca y lo sustituya uno menos común pero más
bonito, el natural.
-¿Lo
dices en serio? -pregunta desconfiado.
-Sí
-digo. Da unos paso hacia mí pero no se detiene.
-Mel
¿me quieres? -dice demasiado cerca.
-No
-le miento. Me giro pero su mano me para antes de que pueda avanzar-
¿Qué quieres ahora?
Es
entonces cuando sus manos ágiles me cogen la cara y sin previo aviso
me besa, no sé cómo reaccionar así que decido rodearle el cuello
con los brazos. Su cara se separa unos centímetros y se acerca a mi
oreja.
-Eres
así -su aliento me hace cosquillas y un escalofrío me recorre
todo el cuerpo- no cambies por los demás.
-No lo haré, con una condición -digo, Jonathan se
separa un poco y me mira a los ojos- que tú estés conmigo.
-¿Acaso lo dudabas? -pregunta antes de besarme de
nuevo.
Helloo!!!! Bueno aquí está la segunda parte del relato. Espero que os haya gustado, si mañana tengo tiempo subiré el capítulo 8. Muchos besitos.
Que hermosa! Definitivamente, y creo que hablo en nombre de todas, queremos un Jonathan en nuestra vida...
ResponderEliminarEspero el capítulo pronto!!:)
Besoos!!^^
Me encanta cómo escribes! Te auguro un futuro prometedor si sigues así! Besos enormes :)
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