lunes, 30 de septiembre de 2013

Capítulo 8

Una vez en la playa dejamos nuestras cosas sobre la arena y observamos el mar unos instantes, veo a Connor quitarse la camiseta y correr hacia esa enorme masa de agua sin detenerse y no puedo evitar reírme no aguanto más y decido acompañarle, me quito la camiseta y los pantalones y camino hacia la orilla. Connor me ve y viene a por mí me carga a su hombro y me tira al agua que me traga con rapidez sin que yo pueda hacer nada. Salgo lo más rápido que puedo y me lanzo sobre la espalda de Connor.
-Te vas a enterar -le grito. Sus manos sostienen con fuerza mis muslos y noto como empezamos a caer, segundos después estoy bajo el agua de nuevo. Cuando salimos forcejeo con Connor para que me suelte pero no lo hace.
-Suéltame -le advierto.
-¿O qué? -pregunta divertido- Creo que no estás en la mejor situación para amenazarme.

-Connor por favor me estoy helando -sus manos me sueltan y me bajo de su espalda- Gracias.
-¿Quieres salir? -pregunta mirándome a la cara.
-No todavía no quiero disfrutarlo un poco más -digo. Veo en un destello un ápice de frustración antes de zambullirme. Nado un par de metros y después me fijo un poco en la playa, es la combinación perfecta, está cerca de la ciudad pero no deja que el ruido destroce la tranquilidad que hay. Aunque haya mucha gente en la playa casi nadie está en el agua. Noto un corazón cerca, este es uno nuevo al que catalogo como corazón salvaje.
-Hola -dice alguien detrás mío. Me giro y le veo la cara es un chico de unos veinte años es rubio con los ojos azules y me está sonriendo.
-Hola -contesto por cortesía.
-Soy Ádam ¿cómo te llamas? -dice todavía sonriente. Dudo unos segundos antes de contestar pero después me decido.
-Aimee.
-Qué bonito.
-Gracias, ahora me tengo que ir.
-Claro no queremos que tu novio se enfade ¿verdad? -dice retador.
-¿Qué quieres de mi Adam?
-Perdón no te he dicho mi apellido, son Adam Luver.
-¿Así que eres un As?
-Desde hace dos años, me he fijado que vas con un Hearter y por lo que sé le toca ser cazador.
-Dice que quiere ser un cupido.
-¿Y tú le has creído? -dice riéndose.
-No tengo tiempo para tus tonterías.
-No son tonterías ¿te crees que te hablaría sin motivo? Os están siguiendo he visto a un par de cazadores entre ellos un Agapi -el corazón me empieza a latir con rapidez y me doy cuenta de lo descuidados que hemos sido “descansando” en un momento tan importante.
-¿Dónde los has visto?
-Cerca de una tienda donde venden bañadores.
-Gracias por avisarme.
-De nada, pero si sigues con ese chico os perseguirán hasta que os quiten el don.
-Lo sé.
Nado hasta Connor pero no le digo que los cazadores están cerca, empieza a hacer frío y salimos del agua. La brisa marina hace que un escalofrío recorra todo mi cuerpo.
-Ven aquí -dice Connor abriendo los brazos. Tiene una gran toalla rodeando su espalda y la parte superior de sus brazos.
-Quiero mi toalla
-No hay más sólo he comprado esto -dice moviendo las manos para que le abrace. Doy un par de pasos y me dejo envolver por esos cálidos y musculosos brazos.
-Tenemos que ir a buscar a mi madre.
-Lo sé pero esperemos un poco más -asiento sobre su pecho, la verdad es que si pudiera me quedaría junto a él para siempre.
-Aimee -dice algo tenso.
-¿Sí?
-Cayden está en la playa.
-¿Qué? -digo separándome alarmada, pero Connor me vuelve a abrazar con fuerza.
-Estate quieta o nos pillaran -le hago caso pero la tranquilidad que tenía ha desaparecido- en cuanto veamos la oportunidad nos iremos de la playa.
Asiento con rapidez y espero la señal de Connor para salir corriendo. Segundos más tarde me da la señal lo compruebo por mi misma y lo veo caminar en sentido contrario.
Una vez fuera de la playa vamos a Fisherman's Wharf a la casa 103. La recuerdo tal y como está, la puerta blanca resalta en el tono crema de las paredes, las escaleras para entrar siguen siendo de cemento y todavía tienen las barreras a los lados, Connor hace que vuelva a la realidad acariciándome el brazo.
-¿Estás bien? -pregunta preocupado.
-Sí, es que no ha cambiado nada.
-Entremos -dice guiándome con el brazo.
Una vez frente la puerta golpeo un par de veces con los nudillos y esperamos hasta que la puerta se abre, al otro lado una mujer de cabellos castaños y ojos verdes me mira expectante.
-Mamá -digo arrojándome a sus brazos.
-Aimee -dice abrazándome con fuerza- ¿cariño, qué haces aquí?
-Necesito tu ayuda -digo separándome y mirando Connor. Mamá le observa con desprecio unos segundos antes de hablar.
-¿Qué se te ha perdido por aquí, Hearter?
-Mamá necesita ayuda.
-¿Sabes la cantidad de los suyos que han robado dones a los Lubomir? -dice mi madre enfadada.
-Mamá no lo entiendes quiere ser un Cupido.
-No puede, debe ser cazador o romperá años y años de tradición en su familia y créeme no lo hará te ha engañado sólo para saber donde nos escondemos.
-Eso no es cierto -dice Connor hablando por primera vez- sólo... quiero saber como es ser un Cupido, pero no te puedo obligar así que me iré buscaré a Cayden y desapareceré.
-No, no hemos hecho este viaje en vano -me acerco a Connor y le cojo de la mano para que sepa que le apoyaré. Tras una mirada escrutadora las palabras salen de su boca.
-Entrad, pero sólo hablaré contigo veinte minutos y a solas -dice dirigiéndose a Connor.
-Es más de lo que esperaba -dice con una sonrisa de agradecimiento.
Mamá y Connor entran en pequeño despacho y yo espero en el salón.
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Hellooo!!! El capítulo número 8 ya está aquí. Como no quiero que la historia sea muy larga quedan dos capítulos más y el epílogo. Iré subiendo relatitos de por medio mientras pienso en otra historia jejeje.
Besitooos para todaaas!!!

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