Ocho años
atrás.
Íbamos en
nuestro coche camino a nuestra nueva casa, en una nueva ciudad, a
mucha gente le gusta eso, pero no es tan divertido cuando tienes ocho
años y te mudas a un sitio donde no conoces a nadie. Pasamos por una
gran carretera llena de casa iguales, delante tienen un jardín bien
cuidado y una fachada blanca y brillante. El coche empieza a
ralentizarse y veo a un niño de mi edad en un jardín juega con una
pelota cuando se me queda mirando, estoy a punto de sonreírle cuando
me saca la lengua y le devuelvo el gesto.
-Rachel, no se
saca la lengua -me riñe mamá desde el asiento de delante.
-No rechistes,
no está bien.
Salgo del coche
y mamá me da mi mochila rosa llena de libretas y dibujos, comienzo a
caminar hacia mi nueva casa con mi muñeca Mili en la mano.
-¿Juliet?
-escucho el nombre de mamá y me giro para ver quien la llama.
-Rose -mamá se
acerca a la desconocida y se dan un abrazo. Comienzan a charlar
animadamente cuando mamá se gira y me llama- Rachel cariño ven
aquí.
Me acerco hasta
mi madre y Rose con lentitud. La mujer es alta con el pelo largo y
castaño cobrizo, tiene unos ojos verdes y grandes, me sonríe con
dulzura y eso me hace feliz.
-Hola pequeñina
qué grande estás, no te acuerdas de mí pero tu mamá y yo íbamos
juntas a la escuela y éramos vecinas hasta que nos casamos.
-¿Sois mejores
amigas?
-Sí -dice Rose
con una gran sonrisa- te voy a presentar a mis hijos ¿quieres?
-Sí.
-¿Puede venir?
-¿No te
molesta? -pregunta mami antes de confirmarlo.
-Claro que no,
cuando la quieras en casa solo avísame.
-Adiós mami
-digo cruzando la carretera de la mano de Rose.
-¿Chris?
-Hay
turbulencias -dice moviendo los brazos de arriba a bajo y haciendo al
niño reír.
-James, tenemos
una invitada -dice Rose mientras el hombre tumba a su hijo en el
sofá.
-Oh, hola peque
me llamo James -dice ofreciéndome la mano.
-Yo Rachel.
-Encantado.
-Papá otra vez
-dice el niño apareciendo detrás del sofá. Cuando me ve me mira
extrañado.
-No, ya está
bien por hoy además creo que tienes visita.
-Es una chica.
-Chris, Rachel
ha venido a conocer a los vecinos ¿sabes dónde está tu hermano?
-Estaba fuera.
-Rachel tú
quédate aquí yo ahora vengo.
-Vale.
Rose sale por la
puerta y yo me siento en el sofá al lado de Chris, me mira con cara
rara antes de separarse de mi lado.
-Me llamo Rachel
-digo ofreciéndole la mano.
-Ya lo he oído.
-¿Rachel? -dice
Rose algo asustada.
-Hola -digo
asomándome desde el sofá. No me sorprende que no esté sola pero
cuando veo que el niño que está con ella es el que me ha sacado la
lengua no me lo creo.
-Tú me has
sacado la lengua antes -le acuso.
-Sí -repite el
gesto sin importarle que su madre esté delante y sale corriendo
antes de que le pueda echar la bronca.
-Perdónale, es
un poco... arisco -dice sin saber muy bien como describirlo.
-No importa.
-¿Cuántos años
tienes, Rachel?
-Ocho ¿y ellos?
-Chris también
tiene ocho y Charlie tiene diez.
-¿Rose puedes
ayudarme con esto? -escucho a James desde la cocina.
-Voy, Rachel tú
juega con Chris un ratito -Rose desaparece y me quedo sola con Chris.
-¿Qué te gusta
hacer? -pregunto.
-Jugar con
coches.
-¿Puedo jugar
contigo?
-Como quieras,
vamos a mi habitación a buscarlos.
Sigo a Chris
hasta el piso de arriba y entramos en una habitación grande pintada
de azul con un coche rojo que hace de cama. Chris recoge algunos
coches del suelo cuando Charlie entra por la puerta.
-¿Qué vas a
hacer pequeñajo jugar con muñecas como esta?
-Déjale en paz,
y devuélveme a Mili -le digo enfadada mientras se la quito de las
manos. Me saca la lengua de nuevo- ¿es lo único que sabes hacer?
Charlie pone
cara de sorpresa antes de salir corriendo, Chris comienza a reír y
yo con él.
-Vamos a ser muy
buenos amigos -dice ofreciéndome una mano llena de tiritas, con una
gran sonrisa ocupada por dos grandes paletas.
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