domingo, 9 de febrero de 2014

Capítulo 2.

Sam me lleva a su pequeño apartamento para que le pueda contar que ha pasado.
-Quieren que me aleje de ti.
-¿Les vas a hacer caso a Amber y su grupito?
-¿Tengo opción?
-Siempre hay otra opción.
-¿Y cuál es?
-Plántales cara.
-Cómo se nota que no me conoces -digo sonriendo.
-En ese caso déjame hacerlo.
-Te costará -le prevengo.
-Resistiré -dice seguro de si mismo- ¿quieres que vayamos al jardín de las maravillas para hacer el trabajo?

-¿A dónde? -pregunto confusa.
-Así es como lo llamo yo, el jardín del centro comercial -me aclara- ¿cómo lo llamas tú?
-No le he puesto un nombre, me limito a decir que es mi mundo aparte, bueno ni siquiera le he contado a nadie que me gusta ir allí.
-Has visto, poco a poco confías en mí -dice con superioridad, eso me hace reír.
-No me has dado opción a ocultarte ese lado de mí.
-¿Por qué lo hubieras ocultado?
-Oculto todo a todos, no te lo tomes a mal.
-¿Hasta a tus padres?
-Ese tema es... complicado -digo buscando la palabra exacta.
-Creo que es suficiente por hoy ¿vamos a ese mundo aparte del que hemos hablado?
-Claro.
Cuando salimos de su habitación Sam me guía hasta el aparcamiento y se sitúa al lado de una moto negra, saca un par de cascos y me ofrece uno de ellos.
-Póntelo.
-Yo... -me aterra decirle que nunca he ido en moto y mucho más que les tengo pavor.
-¿Pasa algo? -pregunta.
-Nunca he ido en moto -digo agachado la cabeza y cerrando los ojos.
-¿Y qué? Ni que te hubiera pedido que condujeras, no debes hacer una montaña de un grano de arena -noto el casco sobre mi cabeza y Samuel lo presiona con delicadeza para ponérmelo- no pasará nada, confía en mí.
Se pone su casco y me tiende una mano al ver que sigo dudando, “¿cuántas oportunidades más quieres para encajar?” me digo a mi misma. Cojo aire y me acerco a la moto, paso una pierna por encima del sillín y me impulso un poco para acabar de subirme.
-Agárrate bien -me dice Samuel antes de arrancar la moto. Rodeo su cintura con mis brazos tan fuerte como puedo y al notar como nos empezamos a mover mis piernas también se aprietan contra las suyas.
Cuando llegamos al centro comercial me bajo de la moto y le entrego el casco a Sam. Entramos en el jardín de las maravillas y nos tumbamos sobre su césped.
-Empecemos con cosas básicas -dice Samuel.
-¿Color favorito? -pregunto cuando veo que no sabe por donde empezar.
-Naranja ¿tú?
-Azul turquesa.
-¿Hermanos?
-Al parecer uno en camino ¿tú?
-No, no pareces muy emocionada.
-Es que no me lo esperaba.
-¿Tienes mascotas? -pregunta Sam cambiando de tema.
-Tenía un perro, pero lo tuve que dar por motivos alérgicos ¿y tú?
-¿Cuenta la novia de mi padre? -dice muy serio
-No.
-Pues entonces un gato y un perro.
-¿Tan mal te cae?
-No la conoces.
-Razón por la que estás en la residencia.
-Mis padres viajan demasiado.
-Mayor comodidad para todos, voy a ser completamente ignorada en mi casa.
-Le das demasiadas vueltas a todo.
-Tengo demasiado tiempo libre -Sam ríe y hace que me pregunte qué he dicho que le ha resultado tan gracioso.
-¿Te gusta nadar?
-Adoro la natación. 
-¿Por qué no te apuntas?
-¿Tú vas a natación?
-Más o menos, soy el socorrista, mis padres quieren que tenga un trabajo con el que ocupar mi tiempo libre y ganarme el dinero.
-Yo lo tengo por gusto -pienso en que en el Starbucks doy mi salario al bote de propinas ya que lo vería muy injusto.
-¿Dónde trabajas?
-En el Starbucks de aquí dentro -digo señalando el edificio a nuestras espaldas.
-¿Así conociste este sitio?
-Se podría decir que sí -digo dubitativa. Pienso en la verdadera historia y en que cuando vi este pequeño paraíso papá me lo compro para que pudiera disfrutar de él sin meterme en problemas.
-¿Entonces te apuntas a natación?
-¿Para qué?
-¿No es obvio?
-Para mí no.
-Así nos veremos más y pasaremos más tiempo juntos después de las clases.
-Ya, no sé.
-Por favor, me siento muy solo.
-Seguro que muchas de las chicas solo fingen ahogarse para que intentes salvarlas.
-¿Te das cuenta?
-¿De qué?
-Hace una hora si te hubieran dicho que me ibas a hablar así los habrías tomado por locos -pienso en lo que me acaba de decir y tiene toda la razón, puede que pasar tiempo con Sam me ayude a soltarme un poco y recuperar la confianza que perdí cuando mamá murió.
-Me apuntaré a natación.
-Genial -dice con una sonrisa pícara que intenta disimular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario