Me
despierto a las 4:30 de la mañana y en mi memoria aparece la imagen
de la cara de ese tal Connor, al cual no volví a ver después de
aquella vez en el parque. Han pasado unos 10 años desde aquel día
pero aun así sigo soñando con él. Mamá me contó, tiempo después,
la historia de su familia. Los Hearter siempre han sido “raros”,
en un sentido, pues obligan a sus hijos a elegir lo contrario que
ellos. Al parecer el tal Connor va a ser un Cazador de Cupidos y en
pocos meses tendrá que arrebatarme el don, ya que me convertiré en una As de
Corazones.
Me
visto con lo primero que encuentro ya que tanto pensar ha hecho que
pierda demasiado tiempo y ya es tarde. Me pongo unos shorts y
camiseta normal, me calzo en mis Converse gastadas, cojo mi libreta
donde apunto los tipos de corazones que veo y la guardo en mi
mochila. Me arreglo con rapidez, cojo el skate, salgo de casa y me
pongo en camino hacia el trabajo.
El
Sol brilla de forma exagerada. Aunque estemos en verano, odio estos
días. El Sol gusta demasiado, yo adoro la lluvia, no hay cosa que me
guste más, es perfecta en todos los sentidos.
Minutos después entro en el
metro y llego a Times Square. Me vuelvo a subir al skate y patino por
sus calles con agilidad. Unos metros más adelante veo a un chico
alto, con el pelo castaño, sus ojos son verdes, lleva una camiseta
roja con dibujos marrones y unos pantalones negros. Algo en él me
resulta familiar pero no le doy importancia y continuo mi camino.
Nuestras miradas se cruzan y cuando estamos lo bastante cerca se
cruza en mi camino haciendo que me choque y me caiga sobre él. A mi
cabeza acuden los recuerdos de Connor en el momento en el que el
muchacho me toca el brazo.
-¿Aimee?
¿Eres tú? -pregunta el chico debajo de mi.
-No,
te confundes -digo levantándome y cogiendo el skate. Corro lo más
rápido que puedo hasta llegar al callejón que lleva a la puerta de
la cafetería en la que trabajo de camarera.
-Llegas
muy temprano Aimee.
-Lo
se, no he desayunado -digo mientras cojo mi delantal y mi vestido del
cajón.
-Te
prepararé lo de siempre.
-Gracias
Josh -digo saliendo por la puerta que da a la barra y entrando a la
sala de personal. Me pongo la ropa del trabajo y me paro unos
segundos ante el espejo. Ya estoy acostumbrada a esta imagen, es
siempre la misma: pelo largo y sedoso de color castaño claro, un
cuerpo esbelto pero bastante común, cosa que hace que no llame mucho
la atención. Me recojo el pelo en una coleta y salgo. En la barra
me espera Josh, que es el chef, un hombre amable y simpático de
treinta años. Es alto y delgado con unos ojos azules en los que
podrías adentrarte.
-Tus
tostadas y tu café con leche.
-Muchas
gracias -digo con una sonrisa. Su corazón es noble, sigue esperando
a su alma gemela a la cual espera desde siempre.
-¿Sabes
Aimee? Hoy presiento que algo importante va a pasar -dice mirando a
la nada.
-Eso
dijiste ayer y lo único que pasó fue que nos visitó el dueño del
local -digo mirándolo a los ojos.
-Ya,
bueno, eso fue una tontería; hoy lo siento de verdad.
-Lo
que tú digas -le contesto. Termino mi desayuno y abro las puertas de
la cafetería a las 6 a.m.
A
medida que van llegando los clientes voy apuntando los tipos de
corazones que tienen. Hasta los dieciocho no me puedo considerar una
Cupido o una As de Corazones ya que no puedo hacer que las personas
se enamoren pero sí puedo ver los diferentes tipos de corazones que
hay, ver las diferentes combinaciones y ver si son realmente
compatibles.
Por
la puerta entra una pareja cogida de la mano. El chico es claramente
un corazón miope y, por desgracia, la chica es una corazón juguetón
por lo que está claro que no durarán mucho.
Unas
horas más tarde, veo a Connor pasar por delante de la cristalera.
Instintivamente levanto la bandeja delante de mi cara pero eso no
impide que entre el la cafetería y tome asiento en una de las mesas.
Entro en la cocina lo más rápido que puedo pero Josh me hace volver
a salir, ya que tengo que seguir sirviendo comida a las demás mesas.
-¿Me
puedes traer un café y una tostada con mermelada? -dice a mi espalda
Connor.
-Claro
-digo sin mirarlo siquiera. Vuelvo a la cocina y lo preparo todo con
mucha tranquilidad, aunque eso no evita que tenga que servirle el
desayuno. Una vez preparado todo salgo y me dirijo a su mesas
lentamente.
-Su
tostada y su café -digo sin mirarlo a la cara.
-Aimee
-dice en un susurro- ahora no me puedes negar que eres tú.
-¿Y
tú quién eres? -digo fingiendo no conocerlo.
-Soy
Connor, Connor Hearter.
-No
me suena, lo siento -me giro y me encamino de nuevo a la cocina pero
su mano agarra mi brazo antes de que pueda moverme.
-No
me lo creo -dice deslizando su mano y cogiendo la mía con suavidad.
-Tengo
trabajo -digo deshaciéndome de su agarre y dirigiéndome a la
cocina.
Josh
me mira con cara interrogante.
-¿Pasa
algo? -pregunta inocente.
-Necesito
un descanso.
-Claro,
ve a que te de el aire -dice con una sonrisa.
Salgo
por la puerta de servicio y me siento en los escalones. En mi cabeza
hay un sin fin de pensamientos sobre Connor que hacen que cada vez
este más nerviosa. Saco mi cuaderno y dudo unos instantes antes de
escribir “dos corazones: sigue buscando (Hearter)”
Guardo la libreta en el bolsillo de mi delantal y vuelvo dentro.
-¿Estas mejor? -pregunta Josh.
-Sí, gracias -cojo dos platos y
salgo a servirlos.
El resto de la mañana pasa
tranquila, acabo mi turno y vuelvo a casa tranquilamente. Después de
insistirle a Connor para que se fuera el accedió y lo perdí de
vista, aunque sé que lo volveré a ver pronto.
Vaya, ¡¡ me has dejado muuuuuuuy intrigada !! Espero que subas pronto el siguiente capítulo :))
ResponderEliminarUn beso grande de tu nueva seguidora!!!
Muchas gracias supongo que mañana subiré el siguiente (si tengo tiempo)
EliminarOtro beso para ti :D
¡ME ENCANTA! jajaj realmente. Nueva seguidora y lectora del blog;) espero con ansias el próx. Capítulo.
ResponderEliminarBesoss
Tini.
Muchas gracias mañana un capítulo nuevo, lo más seguro
EliminarBesoss
Me recuerda un poco a la mía, a ver como sigue jijiji
ResponderEliminarBesoos!!^^